Al tener en nuestras
manos un trozo de Azabache, deberíamos de imaginar que
bajo la sombra de aquellos árboles del Jurásico vivieron
los Dinosaurios, Desde hace siglos el Azabache Asturiano fue considerado como el talismán protector del Camino de Santiago, el amuleto del peregrino. De calidad, textura y color incomparables fue utilizado desde más allá del tiempo que la memoria recuerda para dar vida a objetos de características protectoras que rayaban lo mágico. Hoy en las hábiles manos de nuestros Artesanos el Azabache, cada día más escaso, se sigue transformando, como antaño, en piezas de singular belleza. Del Azabache se podrán leer muchos más datos, más atinados y sin duda más eruditos, en algunos de los muchos libros que tratan sobre el tema, yo, únicamente los he utilizado como preámbulo para llevar al posible lector de éstas líneas hasta las tallas de azabache de un buen amigo, Eliseo Nicolás Alonso, al que familiarmente sus amigos llamamos “Lise”. A Eliseo,
casi nada le es ajeno, posee un especial don en sus manos, no es únicamente
su facilidad para innovar, para combinar materiales, su creatividad,
el diseño, sino tal vez todo este conjunto de habilidades y talentos
combinados lo que confiere a cada una de sus obras un esmerado, estético
e impecable acabado. Sus trabajos son siempre originales, siempre diferentes, y aunque pueda tallar de una determinada pieza una corta serie, ninguna es igual a la anterior, lo que confiere al afortunado poseedor de cualquiera de sus joyas la sensación real de tener entre sus manos algo único. He tenido la fortuna de haber podido tomar fotografías de algunos de sus trabajos, lo que sigue ahora es solo una pequeña muestra. Confío que tras observar estas imágenes puedan valorar su trabajo y de estar interesados en las mismas se comuniquen con él en la siguiente dirección:
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Biele |
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Grado
(Asturias) |